Descripción
Este libro busca desentrañar las formas en que el desarrollo regional desigual se ha convertido en parte constitutiva de la configuración industrial del complejo automotriz México-Estados Unidos. A pesar de que en los últimos 40 años, ambos países se han integrado en un bloque industrial fortalecido, sus cimientos se sostienen sobre una agresiva y sistemática política de diferenciación salarial binacional, así como de un proteccionismo regional impulsado por EE. UU., a través del TLCAN y recientemente el T-MEC, que han terminado por generar una desigual división técnica y productiva del trabajo en la que se fortalece el dominio científico y tecnológico de EE. UU., y se perpetúa el control de las corporaciones trasnacionales estadouniÂdenses. Como resultado, México ha quedado sumergido a condición de enclave maquilador, totalmente excluido de contribuir a la innovación tecnológica. El país se ha dedicado a abastecer a EE. UU. de partes de vehículo con las que se genera poco valor agregado y se reproÂducen las condiciones de mayor despotismo y precariedad laboÂral dentro de la cadena de producción automotriz. En este sentido, este libro busca desmitificar las narrativas dominantes que tienden a ubicar a México como una potencia automotriz, demosÂtrando que el crecimiento exponencial y protagónico de este sector, lejos de consÂtruir una composición industrial regional convergente y equilibrada, ha profundizado las condiciones de subordinación dependiente de la economía mexicana.