Descripción

Los puntos estratégicos para la defensa del imperio español localizados en el Caribe recibían cuantiosas sumas anuales de plata provenientes de Nueva España. A esta transferencia de recursos se la llamaba situado y con él debían quedar cubiertos todos los gastos de la administración, el pago de los soldados y la construcción de impresionantes fortalezas y murallas.

La metrópoli delegó en su virreinato la responsabilidad de sostener económicamente la estructura militar de una zona que estaba constantemente amenazada por Inglaterra y Francia. En ese marco, el situado representó para España una estrategia, pues pudo conservar sus posesiones coloniales y participar activamente en las aciagas guerras imperiales que tuvieron lugar durante la segunda mitad del siglo XVIII.

Puerto Rico fue la plaza que después de La Habana recibió una mayor cantidad de plata. Esta isla localizada en la frontera del imperio era una valiosa pieza para la contención del avance de aquellos europeos que buscaban nuevos asentamientos o una mayor intervención en las colonias.

Las discusiones en España sobre la importancia de la zona en el imperio, la cuantificación de las remesas salidas de Nueva España a Puerto Rico en las coyunturas de guerra, así como la comparación con la plata remitida a otras plazas, las dificultades a que se enfrentaban las autoridades en Puerto Rico por la ausencia de la plata y el ocaso de la vieja figura del situado son temas abordados en este libro. La metrópoli, Nueva España y Puerto Rico se entrelazan en una historia que habla sobre la historia del imperio español.