Descripción
Las formas de hacer política en el México del siglo XIX eran de lo más diversas y no siempre tuvieron el mismo peso. Incluyeron desde la interacción personal apoyada en las redes sociales más tradicionales hasta la acción asociativa; desde la arenga pronunciada en la plaza pública o el sermón en el púlpito, hasta los agudos debates parlamentarios; desde los corrillos formados en palacio hasta la movilización callejera; y desde los coloquios organizados en torno al café, la tertulia y el gabinete de lectura hasta el pronunciamiento militar. Pero entre estas maneras de hacerse oír, de negociar, de dirigir o de gestionar, la prensa periódica y las elecciones tuvieron un lugar central a lo largo de todo el siglo.
El presente libro se acerca a estas dos formas de hacer política y se interesa particularmente por la relación tejida entre ambas. Porque la prensa periódica constituyó no sólo parte medular del sistema de información impresa del México moderno; también fue foro de múltiples opiniones y debates, lugar de definición de lenguajes y proyectos, escuela de lectores y espacio de luchas por posiciones de mando. Junto con logias, facciones y partidos, los periódicos articularon a la sociedad política y participaron en las pugnas por los repartos de poder. Como tales, junto a los comicios condición de posibilidad de todo gobierno representativo y centro de la arena pública decimonónica, se erigieron en componentes fundamentales de la política de la época. Y ambos se encuentran tan estrechamente imbricados en el escenario político de entonces que podemos afirmar que, en el México del siglo XIX, se construyó una maquinaria electoral estrechamente ligada a la acción periodística.