Descripción
Los estudios acerca de las ciudades, particularmente las de la provincia mexicana, han sido víctimas de olvido de las plumas de escritores. De Oaxaca se han publicado obras misceláneas que rescatan sucesos específicos, pero ninguna que recupere de manera sistemática el proceso de transformación y crecimiento de la ciudad en una dilatada temporalidad (1876-1950). La ciudad de Oaxaca en el último tercio del siglo XIX se enfiló a la corriente del progreso, introduciendo dispositivos de un nuevo orden urbano: redes de electricidad, teléfono, telégrafo, agua potable, alcantarillado y vías férreas. La modernización también se reflejó en la arquitectura integrando formas y materiales novedosos; asimismo corrientes estilísticas como el art nouveau, el neoclásico o el ecléctico. El crecimiento del espacio urbano se dio en detrimento del derredor rural, el cual fue objeto de especulación por parte de inversores fundando las primeras colonias urbanas, dos en el porfiriato y las subsecuentes en el periodo posrevolucionario. A partir de la expedición de las leyes agrarias que, acaso hicieron más lento ese proceso, al final, indefectiblemente, las tierras labrantías terminaron convertidas en fraccionamientos urbanos que comenzaron a delinear la ciudad contemporánea.