Descripción
De 1914 a 1919, el obispo de Yucatán, Martin Tritschler y Córdova, recibió noticias alarmantes de su diócesis. El prelado se hallaba exiliado en La Habana y, hasta aquel puerto cubano, le llegó una multitud de cartas de los sacerdotes y laicos que presenciaban las consecuencias de la Revolución mexicana en Mérida.
Las medidas gubernamentales que incluyeron la clausura de colegios religiosos, la incautación de templos, la expulsión de curas y el atentado a la Catedral de Mérida de 1915, fueron considerados por la clerecía como una racha de calamidades que llevaron al arzobispo Tritschler a comparar a sus corresponsales, portadores de aciagas y desalentadoras nuevas, con los mensajeros de Job.
Este libro documenta, con base en la correspondencia inédita del prelado, el día a día de la Revolución desde la perspectiva de la Iglesia y las estrategias que este arzobispo y sus colaboradores implementaron para obstaculizar, en la medida de lo posible, las reformas que afectaban su labor pastoral, normalizar las prácticas del culto católico y obtener las condiciones necesarias para regresar, sano y salvo, a Yucatán.