Descripción
En las décadas finales del siglo XVIII comenzó a difundirse en la América española un pensamiento que reaccionaba en contra de los monopolios, la exclusividad de la metrópoli y de los comerciantes favorecidos, las reglamentaciones excesivas y los privilegios que encarecían los precios y dificultaban los intercambios. El antiguo mercantilismo restringía la expansión y la prosperidad de las colonias, dificultando la introducción en el mercado de nuevos actores económicos de ambos lados del Atlántico. Se abrieron paso así las ideas que conformaban un “mercantilismo liberal” y un agrarismo orientado a los cultivos comerciales: una apertura todavía dentro del imperio. Las ideas reformistas procedentes de Europa eran adoptadas, reelaboradas y enriquecidas a la luz de las condiciones de América. El pensamiento criollo —y “criollizado” en la medida en que algunos empleados españoles contrastaban sus mandatos con la realidad— se expresaba en representaciones y memorias, en controversias acerca de las políticas económicas de la monarquía, en prácticas corporativas, en informes de altos funcionarios de las audiencias reales, las intendencias, los consulados de comercio y los cabildos, y daba lugar a un corpus de principios, análisis y deducciones que corresponden al nacimiento de la economía política en Iberoamérica. El presente libro reúne catorce textos que se ocupan de la emergencia del pensamiento económico reformista en el siglo XVIII y comienzos del XIX, y de su contextualización histórica, introduciendo elementos para su mejor comprensión y la apertura de nuevas discusiones.