Descripción
La fundación del Estado mexicano se dio en un contexto internacional adverso y en condiciones internas críticas resultado de once años de lucha independentista que esfumaron la prosperidad novohispana. Se desintegró la sociedad que, a pesar de sus contradicciones y la injusticia social imperante, funcionaba con un orden y una eficiencia sorprendentes. La ruptura de ese peculiar equilibrio desató aspiraciones y lucha de intereses que, mezcladas con las ideas ilustrado-liberales, resultó en el debilitamiento de grupos sociales como mineros y artesanos y la emergencia de otros, militares y comerciantes extranjeros que se convirtieron en grupos de presión. Esto resultó en una discordia social que no se calmaría hasta bien entrado el siglo XIX, cuando la sociedad mexicana empezara a devenir su nuevo perfil. Este libro es un intento de explicación de esas dos décadas que, junto a las desgracias, verían aparecer a una nueva generación decidida a soluciones radicales.