Descripción
En este libro Mariano Bonialian profundiza en temas como el de la importancia de México como “corazón mercantil del Imperio Español”, en un análisis a largo plazo que muestra la forma en que la metrópoli fue perdiendo el control del ámbito peruano, que pasaría a ser dominado desde el virreinato de la Nueva España.
Su aporte más innovador es rebatir la imagen tradicional de un comercio asiático limitado a productos de lujo para el consumo de las clases superiores, para afirmar, por el contrario, que gran parte de los bienes chinos consumidos en la América colonial se asocian a una cultura de consumo cotidiano cuyos elementos articuladores se centran en la baratura de los precios, la sencillez de los objetos, su adaptación para responder a los hábitos locales y su mediana u ordinaria calidad. Sólo así puede explicarse la amplitud de su difusión, que llevó a un observador a decir en la Lima de 1745 que “parece haberse abierto la feria de Pekín”.
Los planteamientos centrales de Bonialian apuntan a sostener que la vía del comercio oriental constituyó un engranaje necesario y clave para poner en marcha un gran tejido mercantil integrado por circuitos comerciales del Atlántico y del Pacífico plenamente articulados. De este modo, aporta elementos muy valiosos para la necesaria revisión de la imagen global de la economía colonial americana.